Últimamente he escuchado la palabra empoderamiento, jamás en
mi vida la había escuchado más fuerte hasta que llegue aquí.
Al principio pensé que eso era cosa de mujeres exitosas, pero no
para mí ya que toda mi vida viví rodeada de inseguridades y un auto sabotaje
que después empecé a creerme mis propias mentiras.
Siempre pensé que nunca hacía las cosas bien, y siempre pensé que
era todo menos exitosa. ¿Empoderamiento? ¿Cuál poder? Yo no me sentía con
poder, pero muy dentro de mi quería sentirme como esas mujeres que mostraban su
vida exitosa.
“Jamás seré eso…” pensé cuando
llegue a mi segunda casa, casa que me abrió las puertas y me dejo volar. Mi
trabajo.
Desde que recuerdo, siempre fui la que se esforzaba, pero nunca fue
suficiente. No tenía la experiencia, ni el carácter y hasta hace poco, lloraba
de la impotencia de pensar que no podría con tanta responsabilidad.
Se supone que una mujer a mi edad ya debe tener la vida resuelta,
pero les diré una cosa, no es así. Son zapatos que me rehusaba a ponerme porque
no pensé que los fuera a llenar.
Dentro de mi había un hambre de crear, de innovar y crecer, pero
simplemente no pensé que fuera suficiente con las ganas.
Cuando logre mi primer evento, fue como si sintiera que volara, que
toda esa imaginación e ideas que había hecho en mi mente, se convirtieron en
realidad. Me sentí muy orgullosa pero la realidad es que solo me duro unos días
porque enseguida mis inseguridades salieron a relucir.
“No te creas tanto, solo fue suerte...”
“Nadie sabe quién eres en realidad... eres un fracaso...”
“No lo vas a lograr…”
Y así seguía hasta que me daba el valor para continuar. Después,
llego mi segundo evento y las cosas empezaron a caminar y un poco más segura de
mí misma, empecé a creerme que en realidad si era mi esfuerzo y dedicación. Pero,
aun así, no me sentía empoderada, no pensaba que era suficiente, que algún día todos
se darían cuenta que yo en realidad era un fracaso.
Por fuera era una mujer que sonreía, era amable y aparentaba que era
fuerte, pero tuve días y noches de mucha ansiedad, ataques de pánico, frustración,
depresión y días donde me preguntaba porque seguía aquí, alejada de mi familia.
Pero siempre el amor de mis padres, hermanos y Dios me han
mantenido, sé que estoy aquí por un propósito y debo cumplirlo.
Este año, hasta ahorita, ha sido un año bueno, muchos cambios, cosechando
poco a poco el fruto de mi trabajo. Conocí personas que me cambiaron un poco la
vida. Hice nuevas amistades de las cuales nunca pensé que seria así.
Aún recuerdo las conversaciones de dos mujeres que han creído en mi
y hacen que me esfuerce un poco más.
Una me dijo, “No puedes dar lo que no tienes, debes amarte a
ti, para amar a los demás…” Que fuertes palabras porque justo en ese momento
no me amaba. Y hace poco volvió a hablar conmigo y me dijo, “Necesitas
creer en ti más, ya que no sabes el potencial que hay dentro de ti…” Y
justo aquí quiero agradecerle porque sus palabras me han motivado mucho y empecé
a creer que de verdad tenia el potencial, que podía ser exitosa y poderosa.
La otra me dijo, “No te auto sabotees, cree en ti y se una líder…”
Son mujeres que creen en mí, entonces ¿Por qué yo no puedo creer en mí? No es fácil
ser una mujer empoderada porque realmente no sabemos lo que tenemos que
sacrificar, dar y sufrir en el camino. Cada mujer lleva sus experiencias que la
llevan a hacer una mujer de éxito. Nadie puede caminar en los tacones de otra.
Cada quien camina en los suyos, pero hay que ponérselos bien, que no aprieten,
que no estén sueltos y sobre todo, que amemos nuestro tacones porque irán con nosotros
toda la vida.
Lo único que si se, es que usare esta palabra más sabiamente. Quiero ser empoderada, pero ¿Qué necesito para llegar ahí? Quiero ser exitosa, ¿Cómo lo logro? Quizás nunca lo sepa, sin embargo, seguiré creyendo en mí, luchare todos los días para dejar de auto sabotearme. Cuando me toque enfrentar un reto, no le daré la espalda, sino que lo afrentare. Habrá días y momentos de fracaso, pero cada uno lo veré positivamente. No voy a decir que es fácil, porque añadido a esto, tengo que luchar con mis inseguridades de mujer, con las preocupaciones, con muchas cosas que pudiera pensar que la vida es difícil. Si lo es, pero no puedo quedarme estancada conmiserándome todo el tiempo.
Camino y caminare, no me detendré, aun así, aunque caiga, voy a batallar para levantarme, pero lo hare. Siempre hubiera deseado que nos hubieran dado un manual cuando nacimos que se titulara “Como llevar la vida perfecta de la mujer en 10 pasos”. No existe, pero creo que eso hace que la vida sea mas interesante.
Si tu como mujer, estas pasando por esto, estamos en las mismas, sin
embargo, si de algo estoy segura, es que el primer paso lo damos nosotras. Yo
debo cambiar, porque nadie lo hará mí. Yo decido ser exitosa, paso a paso, a mi
ritmo, no siguiendo los estándares de otras, pero si escuchando el consejo.
No soy víctima, soy mujer y tengo todo para triunfar en esta vida.
Diría Maya Angelou: “Soy una mujer Fenomenalmente. Mujer
fenomenal, esa soy yo.”
Cinthia Paola
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