jueves, 23 de julio de 2020

Enfrentando un Despido

By: Beauty and Beloved
De repente, estaba sentada frente a una de las personas que más admiraba mientras lo escuchaba que me decía, palabras que probablemente el ya se sabía de memoria porque lo había repetido tantas veces, "Debido a la crisis por COVID y la situación que tenemos en la empresa, hemos decidido dejarte ir."

Lo único que me limité a decirle fue OK, mientras que el seguía hablando, mi mente estaba en blanco. Me despedí, di las gracias y me retiré del lugar. Aunque ya sabía lo que pasaría incluso desde días antes, nunca había sentido lo que sentí esa mañana. Jamas me habían despedido de un trabajo y aunque el despido fue justificado, nunca había sentido la impotencia de no hacer nada y mucho menos de no pertenecer. No fui ni seria la única ese día, hubo más personas que dejaron ir, pero en general, debido a la pandemia, muchas empresas dejaron ir a muchos trabajadores.

Ha pasado un mes después de esta situación y siento que he logrado entender del porqué de las cosas. Siempre me había sentido segura e independiente con mi trabajo, me daba satisfacción el lograr cosas que nunca pensé lograr. Esta situación me puso a meditar en lo siguiente: 

1. NADA es seguro en la vida
Nunca debemos dar por sentado algo que ya tenemos en la vida, debemos saber que somos reemplazables y no somos indispensables. Nada dura para siempre, sin embargo, debemos continuar nuestro proceso de búsqueda interior y estar en paz. 

2. TOMA tiempo de tener tu luto pero NO te quedes ahí. 
Los primeros días, tuve una felicidad, le diría yo, tóxica, debido a que mi familia y amigos me preguntaban si estaba bien, yo les contestaba que estaba mejor que nunca, sin embargo, en mi interior me sentía muy triste y muy desolada. Muchos días después, por fin, lloré mucho y realmente pude ver la realidad de mi situación. Era desempleada. 

Está bien llorar y hasta sentirnos desolados, sin embargo, el mundo no se acaba ahí, debemos levantarnos y seguir con nuestra vida. 

3. NO es tu culpa!
Al principio, sentía mucha culpa cuando fui despedida. Me preguntaba una y otra vez si yo tuve que ver o si algo de mi no dio lo suficiente para que hubieran tomado esa decisión. Me sentía aterrada que no hubiera sido suficiente y me preguntaba porque yo y no otras personas. Después de meditar un tiempo y hablar con mis amigos y familia, me di cuenta que no fue mi culpa la decisión de la empresa. Esta pandemia rebasó no solo a mi empresa, sino fue algo que sacudió a todas las empresas en México. No fue mi culpa.  

4. Es una oportunidad de EXPLORAR Y CUMPLIR SUEÑOS
Siempre dije que sería mi propio jefe solo que tuviera tiempo y recursos y que creen, por fin paso, tengo el tiempo y los recursos. Aunque aún estoy tratando de averiguar cómo iniciar, sin embargo, ya he decido continuar con mis sueños. Jamás lo hubiera hecho debido al tiempo, ya que llegaba a casa cansada y agotada. Ahora tengo el tiempo de descansar, convivir con mis padres y empezar a construir mis sueños. Nada me garantiza que sea fácil y probablemente tenga dificultades pero lo que estoy segura es que Dios y la vida me han dado una oportunidad grandiosa. 

Para todos aquellos compañeros y amigos que perdieron su trabajo, no nos demos por vencidos, siempre habrá una oportunidad esperándonos allá afuera. Las dificultades nos hacen mejores personas y más experimentadas. Después de todo esto, agradezco a Dios por siempre tener cuidado de mi, porque a pesar de haber pasado esta situacion, se que EL cerro la puerta, pero abrirá otra mejor. 

Jeremías 29:11
Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo.

Paola 2020

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